sábado, 5 de mayo de 2007

El Sindicalismo Hoy y Su Importancia para Los Químicos Farmacéuticos Chilenos.

Un aporte a título personal de: Secretario del Sindicato de Trabajadores de Distribuidora y Comercializadora Farmalider S.A.


El sindicalismo, definido como la lucha por la justicia y por los intereses de la clase trabajadora, ha sido y sigue siendo uno de los sucesos históricos más importantes para el progreso del mundo y el desarrollo de sociedades más democráticas y atentas al bienestar de todos sus miembros. En estos tiempos de extrema deshumanización, particularmente para los trabajadores y los más pobres, no es posible vislumbrar una salida sin el movimiento de los trabajadores organizados.

El gigantesco impacto que ha tenido el proceso de globalización requiere que los trabajadores estén perfectamente claros de sus alcances políticos, económicos sociales y, especialmente, aquellos que tienen relación con los profundos cambios en los procesos productivos y de la forma del trabajo. No se trata de estar a favor o en contra de la globalización. De lo que se trata es de interrogarnos sobre si esta forma de globalización le conviene al país y, en particular, a los trabajadores.

La globalización que conocemos hasta ahora tiene solamente un sesgo económico, dejando de lado todo el ámbito social y cultural. La vemos sólo como un proceso que pretende eliminar las barreras físicas y reglamentarias para establecer la libertad de circulación de mercaderías y capitales.

Las empresas no siempre son factor de progreso, porque terminan, en muchas ocasiones, abusando del gran poder que ostentan sobre gobierno y consumidores, y además, sobre los trabajadores que son el hilo más delgado de este proceso.

Buena parte de las grandes compañías contaminan el medio ambiente, extraen las riquezas básicas sin pagar impuestos reales, lucran del trabajo y presionan a los gobiernos para que introduzcan políticas liberadoras en la economía y de desregulación laboral.

Frente a este panorama los trabajadores debemos ser capaces de unirse bajo el alero de las organizaciones sindicales u otras. Y al mencionar a “trabajadores” no me refiero solamente a los obreros, quienes normalmente tienen empleos más precarios, los profesionales universitarios como los Químicos Farmacéuticos aún cuando recibimos un sueldo mayor que muchos otros trabajadores:

a. El monto de nuestras remuneraciones normalmente no concuerdan con el alto grado de responsabilidad que ostentan, ni son acordes con la gran riqueza que ayudamos a generar en las empresas del rubro farmacéutico.

b. El justo incremento o reajuste de nuestros sueldos ha sido nulo por años, es más, antiguamente los sueldos eran mayores en las farmacias de cadena. Esto es absolutamente contrario a la inmensa expansión del rubro de las farmacias, incluso, hoy se ramifican hacia el extranjero debido a lo fructífero del negocio.

c. En al ámbito de las farmacias de cadena nuestros sueldos van de la mano con monto de ventas de la farmacia, promoviendo indirectamente la dispensación inadecuada de medicamentos (ej. negación de “genéricos” por ser baratos).

d. Derechos laborales básicos como los descansos dominicales o el límite de jornada laboral semanal, son frecuentemente violados especialmente en el área de farmacia privada (Ej. farmacias de cadena como Ahumada, Cruz Verde, Farmalider y Salco-Brand). Y recalco, además, que estas transgresiones también se cometen con nuestros auxiliares de farmacias, profesionales técnicos que trabajan junto a nosotros.

e. Somos, frecuentemente, testigos de infracciones al Código Sanitario, como la utilización por parte del empleador de estudiantes de Química y Farmacia para realizar turnos los en farmacias en las tardes y fines de semana, presiones indebidas para fomentar venta de medicamentos con receta médica mediante comisiones especiales para auxiliares de farmacia (las llamadas “canelas”), falta de condiciones mínimas para el correcto almacenamiento de medicamentos (ej. carencia de aire acondicionado en muchas farmacias), venta de medicamentos preparados en recetario magistral como “alternativas” a productos de marca (lo cual es totalmente ilegal), maltrato u hostigamiento por parte se nuestros superiores.

f. Frente a la obligación y/o necesidad de denunciar a la autoridad competente sobre diversas anomalías que se presentan en nuestras empresas, muchos colegas debemos, desafortunadamente, colocar en una balanza el cumplir con nuestro deber profesional, o bien, arriesgarnos a perder nuestra fuente laboral como represalia del empleador. Es sabido que las empresas cuentan con una herramienta efectiva y sencilla para deshacerse de sus trabajadores: el artículo 161 del Código del Trabajo, que corresponde al despido “por necesidades de la empresa”.

Con esta visión resumida de nuestro ámbito laboral farmacéutico surge la necesidad imperativa de afrontar estos problemas. Individualmente es muy difícil conseguir mejoras salariales o realizar denuncias frente a las irregularidades detectadas sin esperar a cambio el despido. Actuando separadamente existe una relación absolutamente desigual entre el trabajador y su empleador.

¿Y el Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile (A.G.)?. Es una larga discusión la poca fuerza y/o interés que tiene el colegio frente a los puntos anteriores, versus el bajo porcentaje de filiación de los Químicos Farmacéuticos a su organización gremial. ¿Qué hace el colegio por nosotros?, ¿Qué hacemos nosotros por el colegio?.

Lo concreto es que el en el Art. 3 Nº 5 de los estatutos del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile (A.G.) se señala como un objetivo del colegio: “Hacer presente a las autoridades el ejercicio ilegal de las profesiones químico-farmacéutico y bioquímico y requerirle el cumplimiento de las disposiciones legales vigentes”, además en el Art. 28 letra A se indica como deber del Directorio Nacional el: “Mantener y defender la dignidad y jerarquía de la profesión y velar por su correcto ejercicio”. Tareas que no requieren grandes convocatorias a marchas o protestas por parte de los colegiados, basta que los Directores del colegio ejecuten su trabajo y denuncien la utilización de estudiantes en lugar de profesionales en farmacias de cadena.

Más aún, en el Art.28 de los estatutos del Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile (A.G.) se ordena como deber del Directorio Nacional: “Velar por la justa retribución económica del ejercicio profesional”. Y, a pesar de lo anterior, a mediados del 2006 cuando preparábamos la creación del Sindicato de Trabajadores de Distribuidora y Comercializadora. Farmalider S.A. solicitamos asesoría legal al colegio y se nos intentó disuadir de nuestra idea con la justificación que disgustaríamos a nuestro gerente general Rodrigo Cañas, individuo conocido por su mal humor. La creación de este sindicato nacía como respuesta al intento por parte de la empresa de disminuir nuestros sueldos ¡y el colegio no nos apoyó! Desobedeciendo sus propios estatutos.

Por último el colegio no tiene en su reglamentación orgánica el mandato explícito de velar por el cumplimiento del Código del Trabajo para con sus afiliados.

La Sindicalización. El organizarse en sindicatos es un derecho que se explicita en nuestra Constitución, permiten agrupar y unir en forma ordenada a los trabajadores frente a su(s) respectiva(s) empresa(s). Un sindicato:

a. Es encabezado por una directiva capaz de representar a sus asociados frente a la autoridad y empleador, sin temor a ser despedido debido a que cuentan con fuero.

b. Es capaz, con el acuerdo de sus socios, negociar las condiciones de su contrato de trabajo como: sueldo, pago de bonos, gratificación, reajustes, horarios, formas de evaluación, mecanismos de ascenso, beneficios complementarios en salud, estructura de capacitaciones, etc.

c. Tiene la obligación velar por el cumplimiento del contrato de trabajo pactado y de las leyes laborales y se protección social. Esto implica llegar a los Juzgados del Trabajo si es necesario.

d. Debe promover una convivencia humana entre sus socios y velar por la integración adecuada con el ente empresarial.

e. Fomenta la capacitación de sus asociados en el ámbito laboral.

f. Canaliza inquietudes y necesidades de sus afiliados respecto de la empresa y de su trabajo.


g. Presenta proyectos e ideas que ayudan a mejorar la gestión de la empresa. Este punto es de suma importancia pues, al contrario de lo que muchos piensan, el trabajador puede y debe apoyar el buen desempeño de la empresa, él forma parte fundamental dentro de su estructura y es capaz de ver posibilidades de mejoras. El trabajo en equipo en forma vertical trabajador-empresario siempre dará buenos dividendos.

h. Debe fomentar el mejoramiento de sistemas de prevención de riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.

i. Debe y necesita contar con una visión y planteamientos constructivos frente a problemas emergentes o consolidados que directa o indirectamente pueda afectar a sus socios en el ámbito laboral, económico, social p privado. Ejemplos: migración económica desde países vecinos hacia Chile, calentamiento global, envejecimiento acelerado de la población, educación profesional en su área, valoración social de la profesión, promoción de la sindicalización, calidad de la salud, transporte público, baja inscripción electoral, previsión y jubilaciones adecuadas y justas, etc.

En nuestra corta vida como organización hemos detectado una serie de factores que se contraponen con el buen desarrollo del sindicalismo como: ignorancia de los derechos básicos que tienen los trabajadores, temor a ser estigmatizados como “conflictivos” o pasar a formar parte de “listas negras” en el mercado laboral, desconfianza hacia los dirigentes debido a experiencias negativas con otros sindicatos, falta de optimismo en cuanto al cumplimiento de los objetivos del sindicato.

Ante esta realidad surgen como tareas imperativas: el fuerte rol educativo que tienen los dirigentes hacia los socios y potenciales socios, el demostrar al empresariado que exigir o hacer usos de nuestros derechos laborales no es sinónimo de conflictividad, y que, además, un pilar fundamental de nuestra agrupación es la búsqueda constante de la excelencia en el desempeño de nuestros cargos dentro de la empresa, el mostrar a nuestros socios completa transparencia de la gestión del sindicato y hacerles saber que pueden destituir a la directiva mediante una votación de censura, y finalmente, exhibir con hechos que el sindicato puede cumplir a cabalidad con sus objetivos mientras cuente con una directiva idónea y capaz, sumado al apoyo y participación sustantivos por parte de sus afiliados.

El Sindicato de Trabajadores de Distribuidora y Comercializadora Farmalider S.A. No esta en contra la empresa, ni contra el Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile (A.G.). Son tres entes distintos pero, organizados e intercomunicados y respetando las leyes laborales pueden mejorar sustancialmente la calidad del trabajo del Químico Farmacéutico, el desarrollo profesional y humano de él, y además mejorar la gestión empresarial.

En definitiva ganamos todos al contar con trabajadores unidos en sindicatos los cuales poseen interlocutores (Dirigentes) capaces de comunicarse y lograr acuerdos de igual a igual con el empleador, autoridades u organizaciones afines.
Nota: los 5 primeros párrafos de este artículo corresponden en gran parte al libro:
"Trabajo y sindicalismo en los nuevos tiempos" de Juan Carlos Zambrano.

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